Gracias por interesarte en ofrecer un hogar a uno de los perritos que cuidaba Manuela con tanto amor.
Nuestra prioridad es que cada uno de ellos encuentre una familia que lo quiera, lo respete y lo cuide como parte del hogar. Por eso, antes de avanzar en el proceso de adopción, pedimos que nos escribáis un mail contándonos un poco sobre vosotros y lo que os impulsa a adoptar.
No buscamos juzgar a nadie, simplemente asegurarnos de que cada perro reciba lo que merece: una vida digna, segura y llena de cariño.
No entregamos perritos para vivir aislados en parcelas, fincas o terrenos sin acceso al interior del hogar.
Todos nuestros perritos han vivido en un entorno familiar, dentro de casa, y necesitan seguir formando parte de una convivencia cercana con personas.
No se entregan perros para fines de guarda, caza, reproducción ni como “regalo” a terceras personas.
La adopción debe ser una decisión consciente, responsable y personal.
Valoramos especialmente a las personas o entidades que estén dispuestas a realizar un seguimiento del bienestar del animal.
Nos gustaría, si la familia lo permite, poder recibir alguna actualización puntual sobre cómo se adapta el perrito a su nuevo hogar. No es obligatorio, pero nos ayuda a cerrar el círculo con tranquilidad y alegría.